La costumbre de utilizar luces para la decoración de Navidad se remonta al siglo XVII, en Alemania. En esta época, la iluminación navideña se realizaba con verlas, sujetas a los árboles con cera derretida o alfileres. Era arriesgado, por lo que se colocaba solo los días previos a la Navidad y las familias vigilaban constantemente las velas para que no prendieran fuego. Con el paso del tiempo, empezaron a utilizarse farolillos que, además de proteger la vela, aumentaban su duración.
Iluminación eléctrica en Navidad
Con la llegada iluminación eléctrica, ésta sustituyó a las velas en el alumbrado navideño. En 1880 Edison, que ya había inventado las lámparas incandescentes, mostró su invención en la fiesta de Yule con fines publicitarios. Colgó lámparas incandescentes en los exteriores de su laboratorio en Menlo Park, de forma que todos los viajeros del tren pudieron admirarlas.
Al cabo de dos años, Edward Johnson, amigo de Edison, mostró el primer árbol de Navidad iluminado en su casa de Manhattan, que contaba con 80 luces rojas, blancas y azules, unidas a un cable.
Aquellas primeras luces de Navidad tenían que ser conectadas una por una a un cable y, finalmente, a un generador eléctrico. Por eso requerían de conocimientos de electricidad, que no estaban al alcance de cualquier persona. Sólo las tenían los más habilidosos o personas con alto poder adquisitivo, que pudieran contratar los servicios de un profesional. Uno de ellos fue el presidente Grover Cleveland, que en 1895 se convirtió en el primer mandatario que encargó decorar el árbol de la Casa Blanca con cientos de lámparas de colores.
En 1900, ocho años después de que General Electric comprara los derechos de patente para la lámpara de Edison, apareció el primer anuncio conocido de luces para el árbol de Navidad en la revista Scientific American. Sin embargo, estas luces eran tan caras que los anuncios, sugerían su alquiler más que la compra.
En esta época una única tira de luces costaba $12 (equivalente la unos $300 en la actualidad).
En los años 20, las luces de Navidad comenzaron a ser más accesibles y baratas para el público. De hecho, en 1925 ya existían 15 compañías dedicadas a la venta de luces navideñas, que formaron un consorcio llamado NOMA Electric Corporation, el mayor fabricante de luces de Navidad del mundo. Por aquel entonces, las luces ya eran un elemento decorativo imprescindible en las fiestas de Navidad de Estados Unidos y poco a poco fueron popularizándose en muchos otros países, incluso los que no tenían creencia cristiana.
Iluminación de Navidad en la actualidad
Las luces navideñas fueron evolucionando con el paso del tiempo, a la par que mejoraban los sistemas de iluminación. Actualmente las luces de Navidad consisten en anchas tiras de LEDs de alta tecnología, más efectivas y ecológicas y con una vida útil muy superior.
En esta época del año, las calles y edificaciones de muchas ciudades del mundo se llenan de luces y motivos navideños, cada cual más impresionante. El momento en que se enciende la iluminación pública de Navidad es en muchos lugares un auténtico espectáculo e, incluso, un atractivo turístico.
Encendido del árbol de Navidad más famoso de Nueva York, en Rockefeller Center. Este acto, que marca el comienzo de las fiestas de Navidad en la ciudad, reúne a miles de curiosos.
Cuéntanos, ¿te gusta la iluminación de Navidad? ¿Hiciste algún viaje, expresamente en esta época, para poder ver la decoración navideña?
