¡Nos encantan los faros! No solo porque llevan siglos iluminando a los navegantes y contribuyendo al progreso de la humanidad, sino también por su belleza y la que confieren al lugar en que se encuentran. En el litoral gallego tenemos muchos y muy hermosos faros que visitar. Vamos a hablar de nuestros favoritos, pero si hay alguno por el que tengas predilección, ¡no dudes en comentarlo!
Faro Vilán, Costa da Morte (A Coruña)
Encabeza nuestra lista porque fue el primer faro español electrificado. Sucedió el 15 de enero de 1896 y, por aquel entonces, la energía eléctrica se obtenía gracias a dos grandes dínamos, accionados por máquinas de vapor. Además, es uno de los más altos de Europa, con 25 metros de altura de torre.
En Cabo Vilán había un faro de vapor funcionando desde 1854, o Faro Vello (Faro Viejo), situado en una torre octogonal, que aún hoy se puede ver justo enfrente.
El Faro Vilán señala uno de los puntos más peligrosos de la Costa da Morte, pero también de los más impresionantes por el enclave natural en que se asienta. De hecho, en el año 1933 fue declarado de Interés Nacional.
El frecuente viento esculpe las rocas de los alrededores, formando figuras de gran belleza.
El faro, que posee un potente cañón de luz, está erguido a 130 metros de altitud sobre el nivel del mar y unido por un túnel cubierto al antiguo edificio de los fareros. Es un faro abierto a las visitas. Cuenta con salas de exposición -en las que siempre hay una muestra- y alberga el Centro de interpretación de los naufragios, faros y señales marítimas de la Costa da Morte que, entre otros detalles, explica la historia de los naufragios que tuvieron lugar en esta zona. El más conocido fue lo de el buque de la armada británica HMMS Serpent en el año 1890, que aceleró la construcción del faro que podemos ver en la actualidad.
Faro de Cabo Ortegal, en Cariño (A Coruña)
Entró en funcionamiento en 1984 y cuenta con 12,7 metros de altura y 3 metros de diámetro. Se trata de una torre cilíndrica de hormigón, pintada de blanco y rojo. Es una visita imprescindible en la costa gallega, ya que está situado en un entorno privilegiado: al este limita con la Ría de Ortigueira y podemos llegar a observar el cabo más al norte de España, el de Estaca de Bares, donde confluyen el Mar Cantábrico y el Océano Atlántico, y en el que también nos encontramos con un faro de gran relevancia.
Al oeste del faro se encuentra la Serra de A Capelada, con los acantilados costeros más altos del centro y el sur de Europa (la máxima altura es en el alto de Vixía Herbeira, con 613 metros).
De frente, se encuentran tres pequeños islotes rocosos que reciben el nombre de “Os Tres Anguillóns” (los tres aguijones en español). Cada uno, con su propio nombre: “Caballo Xoán”, “A Ínsua” y “Tres Irmaos”.
Este impresionante conjunto geológico ya fue citado en el siglo II por el griego Ptolomeo, que los llamó » Trileuco» (podría traducirse como los tres blancos), quizás a causa de la espuma que bate estas formaciones o quizás al guano generado por las abundantes colonias de araos que allí había, la más importante de España, ya extinguida.
Faro de Isla Pancha, Ribadeo (Lugo)
La pequeña isla, unida a la costa por un puente, alberga los dos faros de Ribadeo. El antiguo, que comenzó a construirse en 1857 y se inauguró tres años después para indicar a los navegantes a desembocadura del Río Eo. Es de planta cuadrada, está pintado de blanco y azul, y actualmente está rehabilitado como alojamiento turístico. El actual, que se construyó en 1983, es de mayor alcance y se yergue sobre una torre circular de hormigón, decorada con franjas blancas y negras.
El de Isla Pancha es el primer hotel faro de España.
Faro de Fisterra (A Coruña)
Cabo Fisterra fue considerado durante siglos el límite de las tierras conocidas. El cabo del fin del mundo: «Finis Terrae«. Fue construido en 1853, con una torre octogonal de 17 metros de alto, que está a 138 metros sobre el nivel del mar. Cuenta con una potente luz, que puede alcanzar los 65 kilómetros. Es un faro emblemático, conocido por todos los navegantes, por su importancia al advertir de la cercanía de una costa sumamente peligrosa.
Cabe destacar que no es el faro más occidental de Europa, sino que lo es el de Cabo de Roca, en Portugal. En realidad, el Faro de Fisterra no está ni en el cabo más occidental de su propio municipio, mérito que recae en el Cabo da Nave, ni en el de Galicia (y, por lo tanto, de España), que es el de Cabo Touriñán.
El Faro de Fisterra funcionaba originalmente con lámparas de aceite. Después de diversas reformas, se electrificó con lámparas de incandescencia, que emiten un destello cada 5 segundos.
La constante niebla de la zona, trajo consigo el levantamiento de un edificio anexo con una señal acústica en 1888, conocida como la Vaca de Fisterra (por la similitud de su sonido). Permitía avisar a los navegantes del peligro existente. Hasta hace poco, en días cerrados de niebla emitía sonido, que se podía escuchar a más de veinte millas. En la actualidad no está en funcionamiento. El conjunto se completa con el edificio del Semáforo, construido en 1879 para dar señales a la marina de guerra. En la actualidad está rehabilitado como alojamiento turístico.
Se observamos para el sur, está toda la Ría de Corcubión, las islas de la Lobeira y el imponente Monte Pindo, completando este mirador natural.
En la Isla Lobeira Grande (frente a las costas de Carnota, en plena ría de Corcubión) también hay un faro, que estuvo habitado por fareiros y, a día de hoy, está automatizado.
Torre de Hércules (A Coruña)
La torre de Hércules fue construida como faro por los romanos. Se trata del único faro de origen romano que aún se encuentra en funcionamiento. Dara del siglo I-II la. c y tiene una altura de 57 metros (36 metros corresponden a la construcción romana y 21 a la restauración del siglo XVIII).
Es el tercer faro de mayor altura de España, por detrás del Faro de Chipiona (62 metros sobre el nivel del mar) y lo de Maspalomas (60 metros sobre el nivel del mar).
Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931 y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 27 de junio de 2009.
En sus alrededores se encuentra el Parque Escultórico de la Torre de Hércules, un auténtico museo al aire libre.
Faro Silleiro, en Baiona (Pontevedra)
Está situado en Cabo Silleiro, en la parroquia de Baredo, a pocos kilómetros de la localidad pontevedresa de Baiona. A comienzos del siglo XX se inauguró el nuevo edificio que albergaría el faro en el alto de la montaña (a 85 metros del nivel del mar), como podemos verlo en la actualidad.
El faro tiene una lámpara de 3.000 watios, visible a 40 millas si el cielo está despejado.
Faro Silleiro no se puede visitar como tal, pero sí que merece la pena acercarse para ver el paisaje. Además, próximo a él, pueden verse las ruinas de una batería de tiro de la armada, con sus cañones.
Además de estos seis faros que destacamos, hay decenas de impresionantes faros que visitar en Galicia. Así pues, es también muy aconsejable la visita a los de Estaca de Bares, Frouxeira, Corrubedo, Cabo Home, Cabo Touriñán, Punta Roncadoira, Punta Nariga, Punta da Barca, Candieira, Mera, Illas Cíes, Illas Sisargas, Mera, O Roncudo e Laxe.
Cuéntanos, ¿en qué faros de Galicia estuviste? ¿cuáles son para ti los más impactantes?
Estoy interesado en los Faros de todo el litoral Español
Me parecen espectáculares.
Ya he visitado la mayoría
Gracias