Comercializadoras y distribuidoras de luz: ¿cuál es la diferencia?

Para que no haya lugar a dudas sobre la diferencia entre comercializadoras y distribuidoras de luz, explicamos en detalle las funciones de cada una. A modo resumen, la distribuidora de luz transporta la energía a los puntos de suministro (viviendas, locales…) y es la responsable de la instalación. En cambio, la comercializadora de electricidad -como es XENERA Compañía Eléctrica– compra la energía en los mercados mayoristas, la vende a sus clientes y les factura según lo establecido en el contrato.

Qué son las distribuidoras de luz

Las distribuidoras de luz son las compañías que se encargan de llevar la electricidad a cada punto de suministro. Tienden los cables, instalan el contador (si se tiene en alquiler), se responsabilizan de las lecturas de los equipos de medida y les corresponde que la calidad del suministro eléctrico sea óptima.

Así pues, entre las funciones de una distribuidora de electricidad, se encuentran:

• Transportar la energía a los hogares y empresas.
• El mantenimiento de la red eléctrica y la calidad del suministro.
• Solucionar incidencias o averías en la red eléctrica, generalmente fuera de los inmuebles.
• Instalar y mantener los contadores en alquiler.
• Realizar la lectura de los contadores y hacérselas llegar a las comercializadoras.
• Atender a las solicitudes de las comercializadoras en relación a sus clientes (dar de alta o baja un suministro, cambiar el titular, subir o bajar la potencia…).

El Gobierno establece las compañías distribuidoras de luz según la zona geográfica, por lo que tenemos asignada una en concreto. La distribuidora no podemos elegirla ni cambiarla.

En España hay cinco grandes empresas distribuidoras de electricidad: Endesa Distribución, I-DE Distribución Grupo Iberdrola, Unión Fenosa Distribución, Viesgo Distribución y E-REDES (EDP). Aunque existen otras, la mayor parte de la red eléctrica está en manos de éstas cinco.

Ya que el usuario no tiene posibilidad de elegir, la compañía distribuidora no puede establecer unos costes por sus actuaciones a su libre albedrío. Es el Gobierno el que se encarga de fijar cuánto ha de cobrar la distribuidora por el trabajo que realiza. Ese importe, conocido como tarifa de acceso, es un componente incluido en la tarifa que pagamos por la luz.

Entonces, ¿el cliente paga directamente a la compañía distribuidora ese peaje de acceso? No. El cliente lo paga en las facturas que emite la compañía comercializadora. Veamos ahora cuáles son las funciones de ésta.

Qué son las comercializadoras de luz

La comercializadora eléctrica es la empresa con la que se gestionan los contratos de luz (y gas si también dispone de este servicio) y a la que se paga directamente.

El cliente sí puede elegirla y cambiar a otra cuando lo desee, aunque hay que tener presente si con la actual compañía se ha firmado o no un compromiso de permanencia y si está vigente.

Antes de la liberalización del sector, las distribuidoras también vendían la energía. Con la entrada en vigor de la Ley 54/1997, de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico se liberalizó el sector, lo que implicó que muchas distribuidoras crearan otra compañía con el objetivo de comercializar la energía.

Las grandes corporaciones energéticas tienen una empresa distribuidora y dos comercializadoras (mercado libre y regulado). La cuestión es, ¿resulta sencillo para el usuario saber quién es quién? En realidad no, ya que han utilizado nombre y logotipos semejantes, haciendo complicado diferenciarlas. A finales del año pasado, los grandes grupos energéticos han sido obligados a realizar una diferenciación clara entre distribuidora y comercializadora, tras haber sido denunciadas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Al margen de estas grandes empresas, existen numerosas comercializadoras de luz y gas del mercado libre, que suponen una alternativa para el cliente. Poco a poco, se están abriendo paso en el mercado dominado por las grandes eléctricas. Principalmente gracias a sus competitivas ofertas y un mejor servicio de atención al cliente.

La liberalización del sector benefició a los clientes. En 1997 se puso fin a la estructura oligopólica del mercado eléctrico, para que el usuario pueda elegir con qué compañía quiere tener su contrato. Cada comercializadora tiene sus propios precios y ofertas, así que el usuario tiene la libertad para comparar y elegir con cuál estar y qué tarifa tener.

Dicho esto, veamos cuáles son las funciones de la compañía comercializadora:

• Adquirir la energía en el mercado mayorista (pool eléctrico) para su venta a los consumidores finales. La energía se compra en las subastas de OMIE.
• Fijar las tarifas eléctricas y promociones.
• Emitir y enviar las facturas a sus clientes.
• Realizar ante la distribuidora determinadas gestiones solicitadas por los clientes.

Al ser la que factura al cliente, los cobros de la distribuidora se repercuten al cliente a través de la comercializadora (como los peajes de acceso, el alquiler de contador, los derechos de acceso y extensión…). La comercializadora no se beneficia de ellos.

Dudas frecuentes sobre comercializadoras y distribuidoras

• En caso de avería en la red, el usuario debe contactar con la distribuidora que figura en la factura. No con la comercializadora.
• Cuando un usuario está molesto porque no se realizan las lecturas de contador con regularidad y las facturas son estimadas, suele quejarse a la compañía comercializadora. Sin embargo, esa función es responsabilidad de la distribuidora. Así que, si el usuario decide cambiarse de comercializadora por ese motivo, con la nueva compañía tendrá el mismo problema.
• Si se factura un consumo incorrecto puede tratarse de un error de lectura que realiza la distribuidora, o bien que la comercializadora haya trasladado mal esa información en la factura. En este caso, el cliente puede contactar con la comercializadora para que le facilite más información al respecto.
• Si se quiere presentar una reclamación por un consumo incorrecto, la comercializadora puede realizar la gestión a petición del cliente.
• Gestiones habituales: para subir o bajar la potencia contratada, cambiar a la tarifa con o sin discriminación horaria y cambiar de titular se contacta con la comercializadora. A su vez, ésta tramita la solicitud ante la distribuidora, que es la responsable de hacer el cambio.
• Si nos están aplicando mal una tarifa, es responsabilidad de la comercializadora (siempre y cuando que no se trate conceptos generados por la distribuidora, como alquiler de contador, derechos de enganche, de extensión…). Por ejemplo, si hemos accedido a un descuento con la compañía con la que hemos firmado el contrato y vemos que no se ha aplicado en la factura.
• Al hacer un cambio de comercializadora no se producen cortes en el suministro eléctrico. Este cambio tampoco influye en la solución de posibles averías en la red, ya que son responsabilidad de la distribuidora.

Cuéntanos, ¿ya tenías clara la diferencia entre ambas compañías? ¿Sabes cuál es la distribuidora que te corresponde según tu zona?