Todos podemos aportar nuestro granito de arena para mejorar el transporte urbano y reducir la contaminación.
Las bicicletas eléctricas -también conocidas como e-bikes– son una alternativa sostenible para desplazarnos. Si bien es cierto que los primeros modelos que salieron al mercado, no eran del más funcionales, poco a poco fueron mejorando, con motores y baterías cada vez más integrados.
Bicicletas eléctricas, una opción económica, práctica, saludable y respetuosa con el medio
En muchos países europeos el uso de bicicletas eléctricas es una tendencia en auge. ¿El motivo? Sus grandes ventajas: el precio (en comparación con el de otros vehículos como coches y motos), la comodidad (requieren menor esfuerzo que las bicicletas convencionales), la agilidad (permiten desplazamientos rápidos, evitando atascos y dificultades para el aparcamiento), la sostenibilidad (se reduce la contaminación) y los beneficios para la salud al utilizarla como medio de transporte habitual.
Los mercados europeos que más se apuntan a esta moda son Alemania, Bélgica, Dinamarca, Holanda y Suiza. Si embargo, en España con un clima mucho más acorde que otros países europeos para el uso de la bicicleta eléctrica, aún no nos estamos sumando a esta tendencia tanto como deberíamos.
Mientras que en Alemania se venden más de 700.000 bicis eléctricas al año, en España la cifra es de unas 70.000.
Si el motivo para no sumarnos con decisión a esta tendencia es la perezca, lo cierto es que con las bicis eléctricas, aún siendo necesario pedalear, la asistencia al pedaleo hace que podamos tomarnos las distancias y cuestas de forma más relajada.
Las bicis eléctricas brindan asistencia al pedaleo, aunque no lo sustituyen.
Actualmente hay muchos modelos de bicicletas eléctricas en el mercado, siendo las principales diferencias el motor y sistema de pedaleo asistido (delantero, trasero o central), la batería (a mayor capacidad, mayor autonomía) y el tipo de bicicleta (urbana, de montaña o MTB, de trekking…). A la hora de decantarse por una, también hay que tener en consideración si es plegable o no y prestar atención a su peso, nunca superior a los 40 kilos. Piensa que cuanto más ligeras, más prácticas.
Los ciclistas de montaña se encuentran entre los más entusiastas de las bicicletas eléctricas, ya que les ofrece la posibilidad de completar rutas más largas, con desniveles más pronunciados.
La batería puede ser extraíble, lo que nos dará la posibilidad de sacarla de la bici y cargarla donde queramos, o bien puede estar integrada en el cuadro. En este último caso gana en estética, pero pierde en funcionalidad, ya que necesitaremos disponer de espacio para la bici al completo cuando queramos ponerla a cargar.
El tiempo de carga de la batería dependerá del modelo elegido, pero suele estar entre 4 y 6 horas para una carga completa.
La autonomía de estas bicicletas puede ir desde los 30 hasta los 150 kilómetros aproximadamente, en función de la batería, el motor y otros factores, como el peso del usuario, la calidad del terreno o el modo de conducción.
Legislación. ¿Qué requiere el uso de bicicletas eléctricas?
Al igual que en el caso de las bicicletas convencionales:
- No requieren seguro (aunque sí puede hacerse para afrontar el pago por daños causados a otro vehículo o peatón en caso de accidente).
- No se paga impuesto de circulación de vehículos de tracción mecánica.
- No requieren licencia de conducción.
- No tienen matrícula.
- No se necesita casco para los usuarios mayores de 16 años en ciudad (no así en vías interurbanas y carretera).
- También se puede circular con ellas por los carriles bici.
Para poder tener esta consideración, la asistencia se desconecta al alcanzar los 25 km/ h. Lógicamente, pueden ir a más velocidad, pero ya será en función del esfuerzo del usuario.
El que sí se necesita es conocer el código de circulación, las señais viais y respetalas. La bicicleta eléctrica debe llevar luz delantera blanca y trasera roja, siempre que se circule en condiciones de luminosidad reducida o de noche.
Las bicicletas eléctricas deben estar homologadas por el Ministerio de Industria, según la norma UNE-EN 15194:2009. En caso de tener un acelerador similar al de una moto, que permita iniciar la marcha sin darle a los pedales, se considerarán ciclomotores. Lo mismo sucede si su motor supera los 250 W o no se detiene la asistencia al pedaleo al alcanzar los 25 km/ h. En este caso sí se requiere matriculación del vehículo, contar con seguro y se necesita licencia para su conducción.
Servicios que hacen uso de bicicletas eléctricas
En las ciudades no sólo las utilizan usuarios particulares, sino que ya podemos ver bicicletas eléctricas en servicios de reparto y empresas de mensajería.
Correos las está utilizando en cinco ciudades españolas (Madrid, Sevilla, Málaga, Córdoba y Granada) las bicicletas eléctricas de tres ruedas E-cargo, lo que permite un proceso de entrega más ágil y sostenible. En el caso de las empresas de mensajería, muchas están incorporando las bicicletas eléctricas a su flota, especialmente para repartos urbanos con distancias asequibles. También se pusieron en marcha empresas de mensajería 100% ecológica.
Y tú, ¿te apuntas a la movilidad eléctrica?
