Desde el pasado sábado, 1 de septiembre, está prohibida la fabricación de bombillas halógenas en la Unión Europea, aunque de momento será posible encontrar las unidades excedentes en las tiendas. Será a partir de 1 de enero de 2019 cuando sea ilegal venderlas. Entonces sí, podremos decir que las bombillas halógenas son historia.
El objetivo de esta prohibición no es otro que el de reducir el consumo energético y, en consecuencia, que disminuyan las emisiones de CO². Ahora los consumidores tendrán que decantarse por soluciones más eficientes y sostenibles, como las bombillas de LED. Desde luego, este cambio generará un gran ahorro energético.
La normativa del Parlamento Europeo que establece esta prohibición afecta a las bombillas halógenas clásicas, que generalmente están hechas de cristal, emiten luz en todas las direcciones, tienen casquillo Y27 o Y14, así como A algunas bombillas no direccionales con casquillos G4 y GY6.35.
En favor de la eficiencia energética, ya en 2012 la UE decidió acabar de manera definitiva con la bombilla incandescente tradicional, tras más de 130 años de existencia y después de un período transitorio que comenzó en 2009 con la eliminación de las bombillas de 100 W y continuó con las de 75 W. En el 2016 fue el turno de los focos halógenos y ahora llegó el de las bombillas halógenas.
Por que las bombillas halógenas son menos eficientes y más contaminantes?
Las bombillas halógenas consumen mucha energía y son considerablemente menos eficientes puesto que parte de la energía que producen se convierte en calor, mientras que en las LED casi toda la energía está dirigida a la producción de luz.
Las bombillas de LED supusieron una revolución tecnológica. Son las que permiten un mayor ahorro energético, consumen menos potencia, emiten menos calor que las halógenas, no tienen retraso de iluminación (se encienden al 100% de inmediato), proporcionan una luz más uniforme y tienen una vida útil 6 veces superior a las halógenas. Aunque su precio es más elevado, se prevé que el aumento de la oferta suponga una bajada de precios.
Por otra parte, las bombillas halógenas contienen mercurio, un elemento químico altamente contaminante para el medio ambiente, por lo que con su desaparición también se evita la contaminación ambiental que producen sus residuos.
Ahorro en la factura de la luz
Para calcular el ahorro que se va a producir en la factura de la luz al pasar de las bombillas halógenas a las de LED hay que tener en cuenta el número de puntos de luz disponibles en la vivienda, cuántas horas al día están encendidos, cuantos días y cuál es el precio de la electricidad (en kW/h). 
Según recoge el Diario Información, en la factura de la luz podremos tener un ahorro de hasta 257€ al año (estimado para una vivienda en la que el precio de la electricidad se pague la la 0,12 kW/ h y que cuente con 12 bombillas encendidas 8 horas al día, todos los días del año). A mayores, tendríamos que tener en consideración el ahorro en renovación de bombillas, ya que la vida media de una bombilla de LED es de entre 20.000 y 30.000 horas (habitualmente alrededor de 9 años).
Sin embargo, otros medios son menos optimistas en el relativo al ahorro por parte de los consumidores y recogen que la disminución en el importe de la factura de la luz será moderado, ya que la iluminación sólo supone aproximadamente el 16 % del consumo eléctrico del hogar.
Sea cómo fuere, si aún tienes en casa bombillas halógenas es hora de pasar a opciones más eficientes, ¿no crees?
